31.5.17.

CUARTO CICLO DE TRATAMIENTO, JUNIO DE 2014




Desde la primera consulta en el hospital hasta el primer tratamiento pasaron diez días. Me parece que el sistema es bastante eficaz. La primera quimioterapia está programada para el 23 de junio a las cuatro de la tarde. Ese día, por la mañana, tomé en casa la dexametasona. A las cuatro recibí la ciclofosfamida. Eso duró una hora y diez minutos. Recibí una inyección de Velcade en el abdomen, encima del ombligo.
Me sentía bien. Cuando llegué a casa, la vejiga empezó a picarme y no pude orinar. Dado que he sufridode sensibilidad en la membrana mucosa de la vejiga durante varios años y sé bastante sobre dolores y medicamentos, enseguida tomé un vaso de agua con bicarbonato de sodio disuelto. Seguí tomando mucha agua y calenté la vejiga con una botella de plástico con agua tibia. Tenía miedo de que se me rompiera un capilar y empezara a sangrar y eso,junto con los dolores, me puso muy nerviosa. Sin embargo, no pasó nada. Los dolores duraron cinco o seis horas y luego intenté dormir porque ya eran las cuatro de la mañana. Al día siguiente estaba bastante agotada y  además tenía un poco de náuseas. No tenía apetito y no sentía el sabor de la comida. Durante dos o tres días después de la quimioterapia, evito comer alimentos frescos y ácidos porque me provocan náuseas. En Belgrado comía un par de bocados de pan ácimo y tocino casero y aquí he encontrado una especie de bollo de leche que como con mantequilla. El pan es ácido y es muy difícil para mí encontrar uno que me guste. El pan tiene un lugar especial en la dieta de los que venimos de Bosnia y Serbia. Durante un trabajo voluntario en Montenegro, cerca de Kolašin, en verano de 1967, mi brigada perdía su turno de comida si el pan no había llegado a tiempo. Los brigadistas de Eslovenia tomaban esos turnos porque el pan no era tan importante para ellos.
El pelo se me había empezado a caer ya desde el principio de la quimioterapia. Cada vez que salgo del hospital, llamo a mi peluquera Ljubica para que venga a cortarme el pelo y así tener menos pelos desparramados. Ahora tengo el pelo bastante corto, solo unos dos o tres centímetros. Hay mucha humedad en el aire, sudo, mi pelo está pegajoso y es horrible. Llevo muchos años con el pelo corto y nunca me he obsesionado con mi peinado o con si me voy a peinar de una u otra forma. Pero mi pelo me deprime ahora aún más. Pienso en comprarme una peluca o un turbante. Recorro las tiendas pero no encuentro nada que me guste. Al final, renuncio a todo. Me parece que muchas mujeres en Barcelona tienen el pelo corto este verano, así que por qué no tenerlo yo también.
Empecé este ciclo el 23 de junio y lo terminé el 4 de julio. Ahora me tocan nueve días de descanso. Maja y yo habíamos planeado pasarlos en Belgrado para recoger algunas cosas más, porque ya tenemos claro que debía continuar el tratamiento en Barcelona. Avisamos a la doctora Ana y ella pidió revisar el hemograma para comprobar mi inmunidad antes de darme el consentimiento para viajar.
Por eso me fui a extraer sangre el 1 de julio, y ya sobre la una la doctora me dio el permiso para viajar. Ese día había una huelga de taxistas y me fui al hospital en metro, lo que me cansó bastante. Descanso y pienso sobre mi vida pasada.

II TRATAMIENTO EN BARCELONA, JUNIO DE 2014



Viajo a Barcelona el 4 de junio. Recibí la cuarta dosis de Velcade el 2 de junio y con ella terminé el segundo ciclo con este medicamento, y el tercero en total. Le temo al viaje a causa de los dolores que tengo, especialmente cuando estoy sentada. Compramos el billete de avión con escala en Zúrich. Hay solo 45 minutos entre ambos vuelos, y si el primero avión se retrasa un poco tendríamos que esperar el vuelo siguiente. También hay que cruzar una distancia larga hasta la puerta de embarque, así que tenía miedo de no lograr hacer el trasbordo por caminar lento. Maja pidió y consiguió ayuda de Lufthansa en el aeropuerto de Zúrich. Después de todas las complicaciones del viaje, llegué al piso y me acosté. Lo había aguantado y estaba feliz de que todo había terminado.
Tengo una semana antes de ir al Hospital de Sant Pau. Es el centro para el diagnóstico rápido al que pertenezco según el lugar de residencia. Este hospital se funda en el año 1401,al unirse varios hospitales pequeños de Barcelona. El edificio nuevo, construido en estilo modernista catalán, se abrió en 1930. Hoy es patrimonio protegido de la UNESCO por su extraordinaria belleza artística. Desde el año 2009 el hospital tiene un nuevo edificio completamente adaptado al sistema sanitario moderno, y el edificio antiguo es una atracción turística y cultural.
Me siento agotada, me duelen los senos paranasales, he cogido alguna infección en los aeropuertos, pero dentro de una semana, para cuando tengo prevista la revisión, me habré recuperado. Pensando de manera racional, yo sé que es bueno que haya venido aquí a curarme, pero mi vida está en Belgrado y ahora me siento como en el exilio. Pienso en cuando pasaba lo contrario, cuando vivía principalmente en España.

*
La organización de la participación de Yugoslavia en la Exposición Universal de Sevilla 1992 fue un trabajo grande e importante que yo gestioné en el año 1991, cuando trabajaba en el Ministerio de Comercio de la SFRJ. Ya a finales de 1990 empecé a ir a Sevilla para firmar los contratos con el Comisario de la Expo'92 sobre la construcción del pabellón y la organización de la exposición. Debido a determinadas circunstancias seguí haciendo ese trabajo después también, porque la Cámara de Comercio de Yugoslavia no asumió sus responsabilidades según lo acordado. El gobierno federal me nombra directora del Pabellón de Yugoslavia en la Expo'92. En vez de continuar con las visitas ocasionales, empiezo a trabajar en Sevilla el 30 de marzo de 1992 como directora del pabellón. Se abre el 20 de abril y se cierra el 12 de octubre. El director tiene obligaciones durante y después de las exposiciones, hasta que el pabellón se derriba y el terreno en el que se ha construido se restaura al estado original. Mile y yo nos pusimos de acuerdo para que Maja terminara antes el sexto curso del colegio y que el 10 de abril viniera a Sevilla. Así nosotras dos estuvimos juntas. Él siguió trabajando en el Gobierno de Serbia, trabajo que no tenía intención de dejar.
El plan básico de actividades en la exposición y en el pabellón fue aprobado por el Consejo del Programa y el Consejo de las Artes de la exposición. Había que hacer un trabajo enorme en poco tiempo. Las obras para la construcción del pabellón estaban casi terminadas y el contenido artístico ya estaba preparado. El Presidente del Consejo del Programa de la exposición es el profesor Dr. Sveta Stojanović; y del Consejo de las Artes, el teatrólogo Jovan Ćirilov. En Sevilla me ayudaron Josefina, Filip y Srđa; y en Belgrado, Ana Brujić. Mi ayudante Ana, junto con mucha más gente, preparó los recuerdos y la comida para la venta en el pabellón y en el restaurante nacional. A principios de abril llegaron quince personas de Belgrado que se iban a ocupar de diferentes actividades cuando se abriera el pabellón. Debido a la índole del trabajo, la mayoría eran jóvenes que hablaban inglés. Éramos un buen equipo que sobrellevó sin mayor problema el estar lejos del hogar, las noticias de la guerra en nuestro país y el trabajo, que duraba todo el día.
Cuando comenzó la guerra y la disolución del país yo estaba en Sevilla. Después de cumplir con las obligaciones que tenía como directora, a finales del año 1993, conseguí un trabajo en una empresa española de comercio exterior. Después solicité y recibí el permiso de residencia en España para Maja y para mí. Un año después fundé mi propia empresa. Maja siguió con su educación en el colegio y luego en un instituto en Sevilla. Mile tenía los documentos españoles y venía de vez en cuando a visitarnos, pero obtuvo el derecho a la pensión en Serbia. Durante la exposición hablábamos inglés y un poco de español. Maja hizo primero cursos de español y luego siguió estudiando en el sistema educativo español. Después yo también aprendí español para poder comunicarme con la gente.
Sevilla es la capital de Andalucía, la comunidad autónoma más grande y meridional de España. La ciudad y el puerto están a ochenta kilómetros del océano Atlántico porque el río Guadalquivir es navegable hasta Sevilla. Muchos turistas visitan el casco antiguo y otros monumentos históricos y los parques, las plazas de toros, las procesiones religiosas y otros eventos. Los veranos son muy calurosos. En invierno la temperatura varía: durante la noche hace mucho frío y durante el día, mucho calor. Para nosotros, que venimos de los Balcanes, es difícil acostumbrarse a este tiempo. Las tradiciones familiares y la hospitalidad de los sevillanos ayudan a que todos los problemas se sobrelleven más fácilmente.
Maja se adaptó bien a la escuela e hizo muchos amigos. Mantuvo los hábitos de trabajo de Belgrado y era buena alumna. En esa época la Unión Europea tenía un programa de intercambio de diez días de estudiantes de diferentes países para que se conocieran mejor. Así,ella fue la invitada de familias de Italia, Inglaterra y Francia y de esos países vinieron estudiantes que nosotras acogimos. Yo también aprendí mucho sobre la forma de la vida y las costumbres de esos países gracias a esos intercambios.
El primer examen médico está programado para el 13 de junio en la consulta módulo siete del hospital de día del Hospital de Sant Pau. Todo el hospital es de mármol y está muy limpio. Los pasillos no estaban abarrotados, probablemente porque todos iban con cita previa. Nos recibió una doctora joven y simpática, Ana. Me habla directamente, pregunta cómo estoy y mira los informes de alta médica del hospital de Belgrado. Dice que primero van a verificar el diagnostico establecido con unos análisis de sangre y orina, y que después van a proponer un tratamiento. Concierta la cita para la extracción de sangre y la entrega de orina. Empieza el procedimiento estándar de la recolección de orina para el análisis, luego vuelven los problemas para encontrar una vena para extraer la sangre, etc.
Después de esperar los resultadoscinco días, el 20 de junio, en la consulta de la doctora Ana, nos enteramos de que el diagnóstico de Belgrado está confirmado y que el tratamiento, el cuarto ciclo de quimioterapia, está programado para el 23 de junio. El consejo de médicos ha aprobado el tratamiento y la doctora lo explica con detalle. Ella seguirá el tratamiento. Han previsto tres ciclos de quimioterapia de doce días cada uno. La pausa entre ciclos es de nueve días y en total son veintiún días. El tratamiento consiste en una dosis de ciclofosfamida, aquí conocido como Endoxan, por vía intravenosa, y cuatro inyecciones de Velcade por vía subcutánea el primer, cuarto, octavo y undécimo día. Con cada Velcade se toma dexametasona de 0,40 mg dos días en casa. Los doctores del hospital prescriben recetas y los medicamentos se recogen en la farmacia. No hace falta tener contactos con los Centros de Salud. Los servicios de urgencia también están dentro del hospital, todos los días laborables desde las ocho hasta las doce. Ahora estoy informada y sé qué pasará.
Maja recogió en la farmacia la dexametasona de 0,40 mg para ocho días de tratamiento y Kytril, un medicamento para las náuseas que tiene que ser aprobado por una inspección especial porque es muy caro. Lo tomo dos o tres días durante cada ciclo. Es suficiente para mí, para no tener algunos problemas específicos, como vómitos y diarrea. Más bien tengo problemas de estreñimiento y por eso evito los medicamentos para las náuseas. Además, cada mañana tomo un medicamento para la protección del estómago. Seguí tomando Aciclovir, el medicamento antiviral que tomé en Belgrado también.
Inmediatamente se programan los tres ciclos, los análisis de sangre y orina y las consultas con el médico. En el mostrador de recepción tienen acceso a la información todos los que estén autorizados para acceder a ella. Puede haber pequeños cambios durante el tratamiento si así lo decide el doctor a raíz de los resultados de losanálisis de sangre y orina, o si el paciente lo pide por razones privadas. Maja, acostumbrada a los complicados trámites entre el hospital y el centro de salud para obtener los medicamentos en Belgrado, pregunta, incrédula, una vez más a la doctora, si va directamente a la farmacia.
No sé qué fuerzas y conexiones me trajeron a España. Maja se interesó por la astrología durante un tiempo, así que un día leyó lo que decían las estrellas para mí. Leyó que yo había estado en mi vida pasada en los Pirineos, es decir, en la Península Ibérica o en el norte de África. Puede que esta sea la conexión que me salvó en los años más duros de la guerra y me llevó fuera de los Balcanes. Aún así, parte de mi vida se había quedado en Belgrado, aunque trabajara en España y Maja fuera allí a la escuela. Barcelona es una ciudad bonita, mediterránea, pero yo quería volver a Belgrado y hacer algo que fuera para mí un nuevo desafío intelectual.
Ya desde hace mucho tiempo he dejado la organización de la vida en Barcelona a Maja. La razón por la que abandonamos Sevilla fue la educación de Maja: como ella quería estudiar escenografía, solo lo podía hacer en Madrid o Barcelona. Además de las pruebas de acceso a la universidad en ambas ciudades, en Madrid la edad mínima de admisión era de veintiún años, y no los dieciocho años que Maja tenía. Después de aprobar la prueba de admisión, nos mudamos a Barcelona en 1997. Era mayor de edad y podía asumir algunos de mis negocios.
Ese año yo empecé a dar clase en Priština y cada vez me quedaba menos en España. Y ahora, de nuevo, mi vida está en Barcelona, me estoy curando. Escucho la lengua catalana, que entiendo un poco, pero nunca la he estudiado o hablado. No tengo problemas para comunicarme porque si hablas castellano la conversación empieza en esta lengua.

TERCERA VEZ EN EL HOSPITAL, MAYO DE 2014




Igual que otras veces, me voy al Centro Clínico a las siete de la mañana. Esta vez con Cica, porque Maja está en Banja Luka. Termino los procedimientos de admisión y me voy al Instituto de Hematología. Cica y yo nos sorprendimos cuando nos dijeron que podía ir enseguida a la habitación. Y en la habitación había solo un compañero en la cama al lado de la ventana. A mí me dan la cama al lado de la puerta. Otras habitaciones están vacías. Al verlo todo así de vacío, pregunto a las enfermeras si se habían quedado sin enfermedades o sin enfermos. Se ríen y me dicen que parece que la Seguridad Social se ha quedado sin dinero.
Ahora paso al tratamiento según el protocolo PAD. Eso significa que me quedaré en el hospital cuatro días para recibir cuatro dosis de adriblastina y dexametasona, y una de Velcade. Durante este tratamiento me doy cuenta de que el nuevo protocolo es muy difícil, tan difícil que a ratos pienso que no lo voy a soportar. La decisión de irme a Barcelona me ayudó a aguantar esos cuatro días en el hospital. No estaba segurade si tendría fuerza para viajar, pero ahora tenía claro que debía intentarlo.
La habitación 114 está (muy) tranquila y cómoda esta vez. Mi compañero se puede mover bien, así que todos los días nos compra agua y los periódicos. Paso el tiempo con mi ex compañera Mara, que vino a hacerse el reimplante de células madre pero todavía no ha empezado el tratamiento. Teníamos tiempo para conocernos mejor, así que seguimos intercambiando mensajes. Nada vino a visitarme. Cuando preguntó al doctor Voja en el pasillo dónde estaba el Instituto de Hematología, él sabía que iba a visitarme a mí porque nos parecemos mucho. Al día siguiente me visitaron Cica y Vladana, y gracias a esas visitas el tiempo pasó muy rápido y en seguida llegó la hora de regresar a casa. Hablamos sobre Maja y sobre cuánto me ayuda. Lo mejor sería que la gente más cercana no tuviera que cuidar de los enfermos; me gustaría que Maja no estuviera en esta situación. Aún así, evito elogiarla. Recordé que ella se quejaba y sentía vergüenza cuando Mile señalaba sus éxitos. Nos decía que teníamos que interrumpirlo, pero yo no podía hacer eso, porque entonces habría parecido que yo no compartía la misma opinión.
Cuando pregunté a los doctores jóvenes de guardia, de broma, cuándo iban a tener las vacaciones de verano para que me liberaran del tratamiento, se sorprendieron. Una doctora comentó que mi enfermedad era seria, que apenas había empezado con el tratamiento, y que los estudiantes no tenían vacaciones. La doctora Jelena programó el tratamiento para el 16 de junio, y no para el 8 como debería, porque estaba de viaje, así que dijo en broma que yo también podía irme de vacaciones. Mi decisión de ir a Barcelona se la dije a Maja indirectamente. Se sorprendió porque yo me negaba hasta entonces a pensar en esa posibilidad.
Salí del hospital el 12 de mayo. Este era el plan: si los resultados del análisis de sangre estaban bien, recibiría la cuarta dosis de Velcade en el hospital de día; y si después de eso me sentía bien, podría ir de viaje.
Por supuesto, Maja y yo hablamos detalladamente sobre el viaje y concluimos que lo mejor era que ella se fuera antes que yo, el 22 de mayo, para hacer todos los trámites para pedir cita en el hospital, que regresara el 3 de junio y que al día siguiente nos fuéramos a Barcelona.
A mí me quedaba solo terminar el tratamiento. Terminé el primer bloque de tratamiento a duras penas, pero el segundo, mientras Nada estaba conmigo, fue muy difícil. Las enfermeras del Centro de Salud tenían muchos problemas para encontrar la vena adecuada. Un sábado, la enfermera me pinchó por lo menos diez veces. Nada se fue a otra habitación porque no podía mirar. Soporté estoicamente todo. En el hospital, mirando a otros pacientes, aprendí que había que dejarse ir y relajarse. Era la única manera de lograrlo.
En general, todo va según el plan y yo me preparo para el viaje a Barcelona. Aproveché para arreglar los armarios y otras cosas para España mientras Nada estaba conmigo. Ella se llevó algunas cosas y otras las tiramos. Trabajamos cada día un poco porque no puedo estar de pie mucho tiempo, y ella tampoco porque le duele la espalda.
Maja me avisa de que la revisión está programada para el 13 de junio en el Hospital de Sant Pau. El paciente no puede elegir el hospital, sino que se determina según el lugar de residencia y la enfermedad.

 

30.5.17.

EL CUENTO DE METALSERVIS




Zora tiene treinta años y siete años de experiencia laboral. Aunque los dirigentes del partido de Savski Venac se oponían, en noviembre de 1977 empezó a trabajar en la empresa comercial Metalservis. Ella ya conocíalos problemas de la empresa porque iba allí a las reuniones del partido. La antigua gestión que fundó la empresa fue despedida y su director general está en la cárcel. Eligieron a un nuevo director, un funcionario del partido Kraus, y con él llegaron empleados jóvenes y formados. Entre los nuevos empleados también está Zora, como directora adjunta de asuntos económicos, un cargo siempre relacionado con la política. La gestión de la empresa determinó tres líneas principales de desarrollo:la primera, la aplicación de la Ley del Trabajo Asociado; la segunda, la construcción de un almacén moderno; y la tercera, el procesamiento automático de los datos.
La dedicación al trabajo duró unos meses y en mayo del año siguiente, de repente y sin ningunarazón clara, los periódicos empezaron a publicar noticiassobre la empresa. En las empresas grandes siempre hay gente que no está satisfecha y hay cosas que podrían ir mejor, no obstante, los periódicos no escriben sobre eso normalmente. Es especialmente indicativo que el mayor número de estos artículos los publica el diario Borba. Es un periódico que se vende en todo el país, así que no es común que escriba sobreuna empresa local.Los empleados empiezan a preocuparse por estos titulares de prensa, lo que provoca que los dirigentes del ayuntamiento de Belgrado convoquen reuniones del partido.Los artículos de prensa se difunden y las noticias se extienden a otros periódicos, sobre todo a Večernje Novosti, pero Politika se une también. A continuación se involucra Studio B, y al final RTS.[1]El periódico semanal Arena de Zagreb participa activamente. En cada número publican artículos sensacionalistas con fotos en las que aparecen los gestores. De esa manera Zora se hace famosa en otras repúblicas también.
Todos los días se organizan reuniones de empleados en la empresa, sobre todo reuniones del partido. Los periodistas asisten a las reuniones y así continúa la historia. La regla del periodismo de que hay que oír la otra versiónde la historia también se respeta solo formalmente. Zora está al tanto de todo lo que sucede. Procura mantener la gestión del partido unida, prepara la información y los documentos para las preguntas que hay que responder. También prepara los materiales para las redacciones de los informativos. El comité de Savski Venac pide que intervenga el fiscal municipal Grbić y que ayude a comprobar qué alegaciones son verdaderas. Los organismos de la Cámara de Comercio de Belgrado también preparan sus materiales e informaciones, y piden diferentes documentos. Las reuniones duran hasta altas horas de la noche y al día siguiente, en la prensa, ya se plantean nuevas preguntas.
Diferentes funcionarios y amigos llaman para ofrecer consejos y hacer propuestas. El ambiente está así y el final no se ve. Una conversación en el Comité de la ciudad con el presidente Saša Gligorijević no trajo ninguna solución. Intentan concertar una cita con el director del periódico Borba, Vuk Drašković, pero sin éxito. A veces viene a hablar con Zora y Kraus Judita Stambolić, comunista con experiencia, concejal de AVNOJ,[2]que supervisa Metalservis para el Comité SK[3] Savski Venac. Parece benévola, no habla mucho, normalmente escucha lo que se dice sobre lo que está pasando. Zora no se queda nunca hasta el final de la conversación porque siempre tiene algo que terminar urgentemente. Toda la primavera y todo el verano pasaron con este ambiente en la empresa. Todos los trabajos de reorganización previstos se aplazaron. Los negocios comerciales de actualidad disminuyen porque los socios no entienden qué pasa. Hablar de negocios en público es la peor maldición, y le caído a losempleados, pero los fabricantes no quieren ser parte de eso. Las familias sufren porque es difícil quetodos los días la gente pregunte qué está pasando. Zora pasa solo unas horas en casa. Las reuniones duran hasta altas horas de la noche y ya a las seis de la mañana ya está de vuelta en la oficina porque tiene que terminar los quehaceres del día.
Después de las vacaciones la situación se calmó un poco, pero todavía se sentía tensión en el aire. Estaba claro que no había terminadotodo cuando Nenad Ristić, el presentador del Telediario de las siete y media, comunicó en la primera noticia que el Comité de la ciudad SK había despedido al director general de Metalservis. Eso debíasignificar que la denigración pública había dado sus frutos y que los órganos del partido habían adoptado medidas. Después de la conmoción que causó la noticia, empezó la lucha. Primero, el Comité de la ciudad no puede despedir al director, solo puede dar su recomendación a la organización del partido de la empresa. Después de adoptar la recomendación, la gestión pone en marcha unainiciativa, pero la decisión corresponde al Comité de empresa, que es el órgano que eligió al presidente.
Entonces empieza una nueva ronda de reuniones del partido y de asambleas de los empleados. Se vuelve a discutir todo y los periódicos están de nuevo llenos de noticias de Metalservis. Los empleados y los gestores están cansados de la misma historia, está claro que todos están perdiendo. Un día de principios de octubre a las ocho de la mañana, viene sin avisar la camarada Judita Stambolić. Kraus y Zora están visiblemente cansados y apáticos, ya no esperan ayuda. La conversación va como siempre, hablan de los acontecimientos sobre los que escriben los periódicos. De repente, Judita les dirige unas palabras de ánimo: «No se preocupen, desde ahora todo será más fácil porque esto era un enfrentamiento con el miembro de la Presidencia de la SFRJ, Petar Stambolić (su marido)». A través de Metalservis, algunas fuerzas relacionadas con el miembro de la Presidencia CK SKJ[4], Branko Mikulić, quisieron demostrar que en Serbia existen conexiones entre la burocracia y el partido con la economía, y usaron sus visitas a Metalservis para probarlo. Zora escuchabacon incredulidad y pensabaen las noches sin dormir, en eldesperdicio de recursos y en las acusaciones publicadas en la prensa contra gente inocente, todo por los conflictos internosdel partido. La única manera de que ella mantuvieralacortesía y no dijera todo eso era abandonar la reunión. En efecto, después de esa visita, poco a poco empezó a calmarse la situación en la empresa. Los gestores no fueron despedidos, pero las divisiones y los conflictos dejaron consecuencias permanentes en el ambiente laboral y en la cohesión de los trabajadores.



[1] Radio Televisión Serbia(N de la T)
[2] Consejo Antifascista de Liberación Nacional de Yugoslavia(N de la T)
[3] Savez Komunista – Partido de Comunistas(N de la T)
[4] Comité Central del Partido de Comunistas de Yugoslavia (N de la T)

29.5.17.

HOSPITAL DE DÍA, ABRIL DE 2014




Me voy al hospital de día del Instituto de Hematología el 7 de abril para hacerme un análisis de sangre. Los resultados que estoy esperando delante del consultorio de la doctora Marina llegan sobre las ocho. La enfermera llama solo a las personas cuyos resultados no están bien. La doctora se va a la reunión de doctoresa las ocho y media y regresa después de una hora. Después siguen pasando lista, continuan las revisiones y el registro de resultados. A mí la doctora me dice que la revisión durará más porque estoy aquí por primera vez y tiene que introducir todos los datos en el ordenador. Los pacientes están cansados y nerviosos, yo especialmente. No puedo estar ni de pie ni sentada sino que tengo que acostarme en la habitación del hospital de día para hematología. El tratamiento empezó después de las doce y duró hasta launa. Maja me espera y nos vamos a casa.
Repito ese procedimiento tres veces más y así termino el segundo ciclo de quimioterapia y el primero con Velcade. Recibo una dosis de dexametasona con Velcade en el hospital y otra en casa (el servicio de atención domiciliaria del Centro de Salud). Eso fue soportable y no exigió demasiada organización.
El 16 de abril, en la consulta de la doctora Jelena, descubro que se cambia el protocolo del tratamiento TAD que incluye la talidomida a la que soy alérgica, por el protocolo PAD. Eso significa que pasaré por lo menos cuatro días en el hospital para poder recibir cuatro dosis de adriblastina, igual dosis de dexametasona y una de Velcade. La doctora me explica que el Instituto tiene una cantidad limitada de medicamentos y que ellos los combinan como pueden, respetando los protocolos médicos y los medicamentos aprobados por el Fondo de Salud. Debería controlar el nivel de calcio en la sangre y, si los resultados están bien, recibiré Zometa en el hospital de día. Lo hice el 24 de abril acompañada de Cica.
Desde que empecé a curarme hasta hoy he cambiado dos protocolos y ahora empiezo con el tercero por las razones que ya he mencionado: la disponibilidad de medicamentos y la alergia a la talidomida. En marzo y abril me dieron tratamientos para alergia. Conseguí terminar solo dos ciclos de quimioterapia, un ciclo general y otro con Velcade. Maja se cansó mucho viajando a Belgrado y Barcelona. No podía estar tranquila en ningún sitio. Cuando está allí, piensa en cómo me las arreglo yo, y cuando está aquí, piensa en el trabajo que ha dejado pendiente allí. Para ayudarla, mi hermana Nada pasó una semana en mi casa.
Me llaman Mirko y Lane, mi hermano y mi cuñada de Zadar. Quieren venir a Belgrado para estar conmigo. Propongo que vengan el 7 de abril y se queden hasta el 14 porque Maja estará en Barcelona esos días. Su llegada me alegra mucho y Maja se va sin preocupaciones. Ellos vienen completamente perdidos porque le han robado a Slobodanka en el transporte público. Yo propuse que el taxista Ljubiša fuera a recogerlos a la estación de autobuses, pero ellos prefirieron el transporte público. Slobodanka se quedó sin ningún documento. Por suerte, los pasaportes y el dinero los tenía Mirko. Así que su visita empezó mal, pero muy pronto superamos ese evento desagradable y disfrutamos de nuestra compañía. Hace buen tiempo y ellos recorren el centro de Belgrado, pero esta vez sin mí. Mirko piensa que yo debería caminar con bastones de marcha nórdica. Dice que me ayudarían a caminar recta y a mover los hombros. Compra los bastones en una tienda de deportes, los arma y me enseña lo que es importante al caminar. Empiezo a usarlos y me acostumbro fácilmente.
Dado que ya he terminado dos ciclos de quimioterapia, espero para ir al hospital el 8 de mayo. No me dan medicamentos durante casi tres semanas y aprovecho ese tiempo para preparar en la escuela la reunión científica POWERCOM, que se celebrará a finales de mayo, así como los exámenes finales de la convocatoria de abril. También están las fiestas, la Pascua y el Primero de Mayo. Nuestra vecina y amiga Lika me envía carne fresca de Dokmir y mi hijastro Siniša ha traído asado de cordero para la Pascua.