Se han cumplido todos los requisitos para celebrar una pequeña fiesta el
Día de la Mujer o en mi cumpleaños. Maja viene el 7 de marzo porque tiene
clases en la Escuela, en Belgrado, y en Aperion, en Banja Luka. La fiesta es el
domingo sobre el mediodía, un brunch,
de los queahora está de moda. Considero que estoy lo suficientemente fuerte
para hacer el esfuerzo.
Los invitados fueron la familia más cercana, Nada y Vika, las amigas de
Maja y yo; unas veinticinco personas. Reservé el lugar, la bebida y el servicio
en un bar que tenía terraza de invierno y también estaba cerca del piso. Invité
a un acordeonista para que animara un poco el ambiente. Para la comida, pedí un
catering. Disfruté mucho con la
organización y las preparaciones.
El día de la fiesta hacía fresco, pero estaba soleado. Todos estábamos de
buen humor, particularmente yo porque estaba bien y porque estaba con personas
queridas. Generalmente, todos nos conocemos entre nosotros, pero nos vemos con
poca frecuencia y esa fue una oportunidad para charlar y ponernos al día denuestras
vidas. Me alegré especialmente de ver a mis primas, de mi tío de Smederevo, y
sus hijas que viven en Belgrado. Hablamos de Smederevo y me cuentan que la tía
Zorka menciona a menudo que yo me he vuelto presumida y ya no voy ahora que
ella es vieja, pero que cuando estudiaba iba a menudo. Admito que el reproche
está justificado. Iba a Smederevo con mucha frecuencia, pero siempre con prisa.
Cuando trabajaba en Metalservis eran visitas de trabajo a Železara Smederevo al
menos una vez al mes. Mile también trabajó durante cierto tiempo en la
administración judicial. Íbamos de visita a diferentes reuniones familiares,
pero todo eran encuentros cortos y conversaciones superficiales. Entre Mile y
yo había un acuerdo tácito demantenerel contacto y tomardecisiones acerca de lapropia
familia. Siniša era la excepción de ese acuerdo tácito. En las relaciones entre
padre e hijo siempre hayuna rivalidad. Entre ellos dos el antagonismo político
era particularmente evidente. La referencia a los principios y al soy yo el que tiene razón no es la mejor
manera de resolver los conflictos familiares. Los dos apreciaban mi actitud
conciliadora, lo que unía nuestras vidas. Ahora mantengo relación con la
familia de Mile, especialmente con la de Dokmir, porque los herederos, Siniša y
Maja, no lo han asumido. Cuándo lo harán, no se sabe.
Los jóvenes se preocupan por la vida que tienen delante de ellos, y
nosotros los mayores por la que nos va quedandodetrás. Precisamente esa curva
de movimientos nos lleva a malentendidos. El reproche de mi tía lo puedo
entender ahora, pero si lo hubiera oído cuando fue hecho, lo habría considerado
infundado. El modo de vida en las grandes ciudades ha cambiado las relaciones
familiares. Los jóvenes se relacionan en las redes sociales. Siniša, Nela y
Maja mantienen contacto de ese modo. Ahora Nora traerá nuevos impulsos y formas
en las reuniones familiares.
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