22.6.17.

CINCUENTA ANIVERSARIO DE LA MATURA[1], JUNIO DE 2015



Me enteré por un colega de que se organizaba la fiesta del cincuenta aniversario de la matura (del fin de la secundaria) en la Escuela Secundaria de Economía en Prijedor. La fecha de la celebración fue el 6 de junio de 2015. Me pongo en contacto con los organizadores, Jovanka y Jela. Quiero ir porque eso, de alguna manera, cuadra con este momento en mi vida y con mi exploración del pasado.
Después de la enfermedad, todavía no estaba segura de mi fuerza, pero el 5 de junio viajé a Prijedor y me alojé en un hotel. Para apoyarme me acompañan mi hermano Mirko y mi cuñada Slobodanka.

*
Estoy pensando en mis días escolares en esta ciudad. Me matriculé en la Escuela Secundaria de Economía en Prijedor. Conseguí una beca de la Empresa Forestal e Industrial de Sana. A la escuela íbamos en tren. Nos levantábamos antes de las cinco para estar en la escuela a las siete y esperábamos a que empezaran las clases. Y lo mismo por la tarde: después de las clases, esperábamosla salida del tren y llegábamosa casa sobe las cinco de la tarde. Durante la espera había tiempo para estudiar y leer. Pero no era fácil encontrar un lugar tranquilo. Los estudiantes esperaban el regreso en los vagones de un tren que estaba en una vía lateral. En el ambiente abundaban lasbromas infantiles incontrolables que amenizaban la espera.
En esa época de los sesenta todos éramos pobres, pero mi familia especialmente. El sueldo de obrero de mi padre no era suficiente para cubrir la comida, la ropa y la educación de cuatro hijos. El resto de los alumnos, mis amigos, también estaban en una situación similar o peor. Lo más importante eraque íbamos a la escuela. Los profesores lo entendían y nos ayudaban cuando podían.
Al llegar a cuarto, empezó la incertidumbre por el futuro. Durante elúltimo semestre comencé a escribir en un diario para disminuir esa incertidumbre de alguna manera. Miscompañeros de clase escribieron algo en él como recuerdo. Así, de algún modo, envolví mi vida pasada. Mi mejor amiga Jela y mi primo Rade, los dos mayores que yo, con quienes viajaba a Prijedor, ya se habían ido a la facultad. Superé la separación. Quería estudiar, pero tenía la obligación de trabajar cuatro años para devolver la beca. En junio me informaron de que estaba exenta de esa obligación. Ya eralibre y podíair a la facultad.
La hora acordada para el encuentro de la generación es a las cuatro enfrente de la escuela. Hace mucho calor en Prijedor. Me paro un poco lejos del grupo de gente que se ha reunido enfrente de la escuela y miro a mi generación. Se nota que han pasado cincuenta años. Me uno al grupo, entramos a la escuela y nos sentamos en los bancos. En la generación de alumnos de 1964/65 había dos clases, una de mañana y otra de tarde. Yo iba a la escuela por la tarde porque venía de Sanski Most. Otros alumnos que iban por la tarde también venían desde pueblos cercanos.
De los sesenta alumnos aproximadamente de la generación hemos venido dieciocho, ocho de mi clase y el resto del turno de tarde. Está también el profesor de derecho, unos años mayor que nosotros. Había acabado recientemente la carrera universitaria cuando nos dio clase en cuarto. Pasamos un tiempo en los bancos y hablamos de nuestras vidas. Salgo de la clase y paso por la escuela. Las plantas superiores están restauradas, pero la planta baja todavía no. Estoy frente a la sala de profesores y regreso a esos días escolares. Era una alumna buena y educada y no tenía miedo de la escuela ni de los profesores, pero en ese espacio existía un respeto al encuentro con la autoridad superior. Siento esa tensión.
Al cabo de un rato vamos de paseo por la ciudad y luego nos esperan la cena y el compañerismo. Prijedor ha cambiado. De kasaba[2] se convirtió en ciudad, la tercera más grande de la República Srpska. El brazo pantanoso del Sana, Berek, está cuidado, como también el parque que lleva hasta la parte antigua de la ciudad. El centro se ha ampliado, antes consistía en una calle, ahora es un verdadero núcleo urbano. La ciudad ha llegado a orillas del Sana. Hay muchas nuevas escuelas secundarias, pero también muchos nuevos habitantes. La guerra de los noventa causó una reubicación de la gente. A Prijedor vinieron los serbios del cantón Sansko-unski de la Federación.
Durante la cena trato de enterarme de algo más sobre los otros de nuestra generación, leyendo los mensajes y firmas de mi diario que he traído. A recordar me ayudan Čađo y las hermanas Rada y Dara, que son de mi clase y viven en Prijedor. Primero descubro que muchos de los que ahora viven en Prijedor no querían venir porque no querían encontrarse con musulmanes o viceversa. Unos han muerto, otros no han podido venir o no están invitados porque no había forma de contactar con ellos. De los que estamos, dos viven en Serbia, tres en otros países europeos y el resto en Prijedor y Banja Luka. Mencionamos a los profesores que nos enseñaron. Todos nos acordamos del joven profesor de serbocroata, Marčetić, quien nos inspiró literariamente. Yo incluso escribí un cuento para un concurso municipal y gané el segundo premio. Todos tenían recuerdos maravillosos de él, especialmente teniendo en cuenta que había muerto muy joven. Los de mi clase hablamos de nuestras dos profesoras principales: Danica, profesora de inglés, alumna americana y una verdadera dama. Aunque a nosotros nos parecía presumida, ella trataba de llamar la atención discretamente, especialmente a las niñas, cuando algo enla ropa o el pelo no estaba bien. Dana era la otra profesora principal, con quien nosotros terminamos cuarto y ella su carrera laboral. Por eso se comportaba con nosotros como con sus hijos. Dormí en su piso las varias veces queno había podido regresar a Sana.
Hablamos de aventuras diferentes. Recuerdo cómo me copiaban los deberes antes o durante la clase. Me acuerdo de que a menudo pasaba la clase en el pasillo porque los profesores me echaban fuera por susurrar. Una vez incluso le pedí al profesor que me dejara regresar a mi sitio porque en el pasillo hacía mucho frío. Prometí que estaría callada. Había de todo…
Algunos pasaron toda la noche bailando, disfrutando de la música. Nuestro compañero Šanta se jactó de que era un exitoso hombre de negocios y de que trabajaba en Sana. No entendí bien de qué hablaba, porque no sabía que en Sana existiera ninguna gran compañía. Los otros me explicaron que él era combatiente del Quinto cuerpo, el comandante Dudaković. Ellos eliminaron a los serbios de Snaski Most al final de la guerra, cuando se negociaba la frontera entre la Federación y la República Srpska.
Eso no me agitó mucho porque ya había superado la expulsión de mi hermano Nine de la casa familiar de Sana. Afortunadamente, mis padres no lo vivieron. Mi hermano y sus compañeros no aceptaron que la frontera ya había sido acordada y cuando Arcan dejó el Quinto cuerpo a Sana, se quedaron aislados en Grmeč diez días, hambrientos y ateridos.
Terminamos la fiesta sobre la medianoche. Acordamos que en el futuro quedaríamos cada año. No sé si será así, pero la sola intención es un estímulo. Estoy contenta de haber venido al aniversario y de haber renovado los recuerdos de miépoca estudiantil.



[1]Matura (lat. maturus: maduro) es el examen al que se presentan los estudiantes cuando terminan la secundaria. La maturase entiende como un examen de madurez, y al aprobarlo se organiza la fiesta de matura.Después,cada cinco o diez años la generación se reúne para celebrar el aniversario. (N de la T)
[2]Kasaba palabra de origen turco que significa pueblo, burgo. (N de la T)

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