17.6.17.

CONTROLES POST-TRASPLANTE, DICIEMBRE DE 2014



 Después del trasplante de células madre, si todo está bien, los análisis de sangre son obligatorios cada cinco o seis días para vigilar la inmunidad y otros parámetros de fórmula leucocitaria. El control relacionado con la enfermedad subyacente es en febrero, tres meses después del trasplante. Se considera que es necesario que pase este período para que el organismo se reponga y se vean los resultados.
Hoy, 1 de diciembre, cinco días después del alta hospitalaria ha sidoel primer control. Por la mañana me he hechoun análisis de sangre. He tenido la oportunidad de saludar a la enfermera María. Ella considera que dejé el hospital muy temprano, e incluso mencionó que en el consejo médico habían comentado que yo era un ejemplo típico del desarrollo del trasplante. Y a mí me parecía infinitamente largo. Luego he idoa la consulta de la doctora Ana. Los resultados están bien. Los glóbulos blancos, que sirven para la protección de infecciones, están a ochocientos, lo que es poco. Por eso me ha mandadodos inyecciones de Neupogen, una para hoy y la otra para el viernes siguiente. Comentó que mi organismo reaccionaba fuertemente a las inyecciones porque después de la inyección que me habían administrado en el hospital me habían subido los glóbulos blancos de cuatrocientos a veintidós mil, y luego bajaron a ochocientos.
Yo me voy recuperando poco a poco, pero ahora Maja tiene anemia total. Me quiere ayudar, pero solo con peticiones simples: «Dime qué necesitas y yo lo haré.» Ha empezado a ir al psicólogo.
El segundo control es el 9 de diciembre, de nuevo primero hay análisis de sangre, y luego consulta con la doctora Ana. La inmunidad ha aumentado, he llegado hasta dos mil cien glóbulos blancos. Me prescribeel antibiótico Septrin Forte tres veces a la semana, contra una bacteria que causa neumonía. Este medicamento puede bajar la inmunidad, por eso pide que vuelvaa hacerme un control al cabode una semana.

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En esta mañana de diciembre las preparaciones para el viaje a Belgrado me han recordado cómo Maja y yo viajamos durante años de Sevilla a Belgrado durante lasvacaciones navideñas. Fueron viajes difíciles por la gran distancia y el bloqueo del transporte aéreo con Belgrado. El viaje por el día de San Nikola en 1993 fue especialmente difícil y triste. Primero volamos a Bucarest y allí pasamos la noche. En Bucarest hacía un viento terrible (košava)[1] y nevaba tanto que apenas pudimos caminar del taxi al hotel. Al día siguiente, temprano, volamos a Timisoara y desde allí fuimos a Belgrado en autobús. Llegamos a casa por la noche. Yo estaba cansada y resfriada y solo quería descansar. Pero no pudo ser, porque por la mañana me avisaron de que mi padre había muerto y que el funeral sería al día siguiente. Por fortuna, murió en su casa, antes de que los serbios fueran expulsados de Sana. Sé que Bosnia está en guerra, que estamos en invierno y que es arriesgado viajar, pero siento que tengo que ir al funeral. Tengo la impresión de que él ha muerto al sentir que yo había llegado a Belgrado y que podía ir a despedirlo. Salgo el mismo día. Mile tiene prohibido salir de Serbia por la guerra y yo viajo con Ljuba, un hombre maravilloso, tranquiloy valiente. Conducimos por la carretera, las barricadas y los guardias están por todos lados, hay detenciones y controles de documentos. Llegamos justo cuando el cortejo fúnebre partía del patio de nuestra casa.
La terrible ruptura de la antigua Yugoslavia, el destrozo de los sueños de hermandad y unidad, el socialismo, así como las consecuencias del deterioro de los valores anteriores se veían mejor en mi padre. Cuando empezaron los conflictos en Bosnia, vino a Belgrado y se quedó unos tres meses. Estaba perturbado y decepcionado, hablaba de cómo no podía vercómo expulsaban a la gente, como robaban, se llevaban cosas y derrumbaban casas. En Sana eso le ocurrió primero a los croatas y a los musulmanes. Quizás por eso mi padre se sentía más culpable. Cuando la situación se calmó un poco y cuando él aceptó el nuevo estado, regresó a casa para estar con sus nietos. Mi hermano Nikola ya estaba en la guerra. Dios, qué triste estaba por la muerte de mi padre, por esa desgracia que le ocurrió a todos, especialmente al pueblo en Bosnia.
Tercer control, 16 de diciembre; los resultados son estables, pero la calidad de los glóbulos blancos ha bajado. Dentro de una semana tengo otra prueba antes del viaje a Belgrado.
VISIÓN: Mis pensamientos están divididos entre lo que ha pasado y lo que pasará, probablemente porque estoy esperando la última prueba y quiero irme a Belgrado. Un día, mientras estaba sentada en el sillón del salón, completamente desconectada de la realidad, vi a mi nieta en mis pensamientos errantes, una niña pequeña que caminaba por la habitación hacia mí. Era la imagen de mi Maja cuando era pequeña, solo que con el pelo más largo. La experiencia fue tan real que estiré los brazos hacia mis sueños.
Por fin llega la cuarta prueba, el 23 de diciembre, el día antes del viaje a Belgrado.
Los resultados están bien, salvo los glóbulos blancos. Recibí dos inyecciones de Neupogen, una inmediatamente, la otra al cabo de dos semanas, en Belgrado. No hace falta que me haga ningún análisis en Belgrado y puedo quedarme hasta el 3 de febrero, cuando se hará el chequeo de la enfermedad subyacente.



[1]Košava es un tipo de viento del sureste, frío, con mucha turbonada que se da en Serbia y en algunos países cercanos.

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