28.5.17.

ATENCIÓN DOMICILARIA – CENTRO DE SALUD




El servicio de atención domiciliaria del Centro de Salud de Vračarse encarga desde ahora del tratamiento. Dado que había recibido el tratamientode ese día en el hospital, el personal de atención domiciliaria debe continuar al día siguiente con la terapia. Maja corre al Centro de Salud para poder encontrar a los del primer turno. Consiguió acordar todo, al día siguiente vendría una enfermera y al otro, un doctor para revisarme. La visita de la doctora Dragana del servicio de atención domiciliaria es agradable y alentadora. Me gusta la doctora, es inteligente, rápida y bondadosa, y me parece que yo a ella también le gusto porque soy paciente y tolerante. Me dice que trató a una mujer con la misma enfermedad y que ella está bien ahora. Las enfermeras que me administran la dexametasona son simpáticas y benévolas. Mis venas les causan problemas.
La alegría de haber tenido suerte con el servicio de atención domiciliaria fue estropeada por dos acontecimientos. Primero, debido a mi alergia a los medicamentos, la terapia se pospuso. Segundo, cambiaron a mi doctor, y el nuevo no vale la pena mencionarlo. Parece que todas las cosas buenas duran muy poco.
El tratamiento en casa siguió según el plan del informe de alta médica del hospital hasta finales de febrero. Durante esos días, en general, pasaba tiempo con mi familia y mis amigos que no habían venido al hospital. Mi hermana Nada y su hija Vika, y especialmente sus hijas Sofija y Danica,eran una alegría para mí.
También me visitó mi compañero de trabajo Miroslav. Él creía que yo debía ir a Barcelona a curarme. Sin embrago, estaba indecisa todavía. Aún no había aceptado el hecho de que estaba enferma y a causa de los fuertes dolores no podía ni imaginar el viaje. Esos días terminé unas obligaciones inmediatas, los exámenes y otras cosas. Incluso empecé a salir a pasear. El parquecito de Čubura, como le llamo yo, siempre está lleno de niños y jubilados. Los vecinos de los edificios cercanos, con el apoyo de algunos grupos ecologistas, lucharon durantedos años contra la decisión del ayuntamiento de construir un aparcamiento en ese lugar. La persistencia y las manifestaciones de los ciudadanos obligaron al gobierno a renunciar al plan y así se ha preservado este oasis verde en el corazón de la ciudad.
No me sentía muy bien después de salir del hospital. Majaentendió que algo iba mal cuando me vio un enrojecimiento en la piel alrededor del parche para el dolor,. En la farmacia le aconsejaron que me quitara el parche y me aplicara una crema para la alergia. Eso significaba que debía renunciar a los parches que me salvaban de tomar muchos analgésicos. No obstante, me quitéel parche, pero la alergia siguió expandiéndose de forma radical. El médico de atención domiciliaria me prescribió un medicamento contra la alergia que se llama Presing. Interrumpo mi terapia completa el 10 de marzo, después de la aprobación de la doctora Jelena,.Por lo tanto, ahora debería cambiar el tratamiento para la enfermedad primaria. Me costó mucho convencer a la enfermera Tanja de que no había tomadoni infusiones ni hierbas para mejorar mi inmunidad y que por tanto esa no era la causa de la alergia. De verdad que no había tomado nada más.

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Mi cumpleaños es en marzo. Durante más de treinta años, en los registros y en los documentos ponía que había nacido el 10 de marzo, y entonces un registrador municipal en Sanski Most, arreglando los libros del Registro Civil cambió la fecha al 6 de marzo. Eso me sorprendió y, claro, me molestó. Intenté hacer algo sobre ese tema pero incluso después de varias intervenciones, no hubo remedio, ahora en mis documentos dice que nací el 6 de marzo. Mis allegados se quedaron con la fecha del 10 de marzo y bromeaban que sería mejor que fuera el 8 de marzo. Otros, especialmente los compañeros de trabajo, respetaban la fecha del DNI. Mile y yo celebrábamos los cumpleaños con modestia, generalmente con la familia. Mile siempre regalaba flores. A diferencia de nosotros, a Maja le hacía mucha ilusión celebrar su cumpleaños. Hacía planes de a quién iba a invitar y le hacía especial ilusión la preparación de la tarta y abrir los regalos. Mile mantuvo su tradición de regalar flores y yo me las ingeniaba entre los juguetes y los libros. Desde hace algunos años, hago una fiesta para el 8 de marzo y aprovecho esa fiesta como una excusa para invitar y ver a mis amigos y conocidos de diferentes periodos de mi vida: los compañeros de Sevilla, el grupo con el que trabajé en nuestro Pabellón en la Expo'92, mis amigos de Miljakovac, donde viví por mucho tiempo e hice contactos de negocios, como el peluquero, el esteticista, vecinos y amigos. Mi plan era invitar ese marzo a unos colegas profesores. Sin embargo, no lo cumplí. Pasé ese periodo con la enfermedad y mi hermana Nada. Cica y Vladana me sorprendieron el 6 de marzo y vinieron con flores. Me alegré mucho porque las flores me recordaron a Mile.

Con todo ese tormento y la confusión con la alergia, Maja dice que no le han dado los medicamentos en la farmacia porque mi tarjeta sanitaria ha sido anulada. Ahora sí que no entiendo nada de nada. Soy jubilada y tengo la tarjeta sanitaria permanente. La doctora Dragana, del servicio de atención domiciliaria, nos explicó durante su visita por la tarde que eso pasa muy a menudo y cada primer díadel mes alguno de sus pacientes se quedan sin el seguro de salud. Al día siguiente, le dijeron a Bilja, mi joven asociada, en la Seguridad Social que no sabían qué seguro queríamantener: el seguro para los jubilados o el de los empleados, porque yo seguía trabajando. Por supuesto que lo sabían, porque ya me lo preguntaron cuando me jubilé. Otra vez tuve que escribir una declaración, y finalmente se arregló.
La doctora del servicio de atención domiciliaria me prescribe inyecciones de Urbason. Estoy toda cubierta de reacción alérgica, tengo enrojecimiento y granos desde el cuello hasta los pies. Me pica todo muchísimo, no puedo dormir y estoy agotada. Maja está en Barcelona. Mi hermana Nada me hace compañía.
Por primera vez desde hace muchos años, estamos juntas por nosotras mismas y no por los padres o los hijos. De nuevo, descubro lo sensible que es Nada y cómo tiene y muestra empatía. Mientras estaba en el hospital, ella leyó en internet sobre la enfermedad y acabó sabiendo más que yo. Sabe mucho sobre la alergia, los medicamentos y la tensión en general,especialmente porque Nenad, su hijo, sufrió alergias. Estoy confundida porque, hasta ahora, de mi familia, Mirko y yo permanecíamos sanos, a diferencia de ella y Nikola. Me sienta bien estar con ella, tenemos un ritmo parecido de levantarnos, comer y echar la siesta. Miramos fotos antiguas. A las dos nos alegra ver la foto en la que ella está sentada y yo le corto el pelo. Nuestro hermano Mirko también aparece, mientras que el otro hermano, Nino, probablemente tomó la foto. Recordamos que tenía una cámara rusa. Determinamos que la foto es del año 1970. Esa fue una de las pocas veces que estuvimos todos juntos en casa. Mirko, el hermano mayor, ya trabajaba, había terminado la Academia Técnica Militar y yo estudiaba. Los dos que eran más jóvenes todavía iban a la escuela. Comentamos que yo entonces cosía y mamá tejía la ropa para todos nosotros. Mamá hacía listas de las cosas que Mirko tenía que reparar cuando viniera. Ella recuerda más detalles de ese periodo porque terminó la secundaria viviendo en casa.

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