31.5.17.

CUARTO CICLO DE TRATAMIENTO, JUNIO DE 2014




Desde la primera consulta en el hospital hasta el primer tratamiento pasaron diez días. Me parece que el sistema es bastante eficaz. La primera quimioterapia está programada para el 23 de junio a las cuatro de la tarde. Ese día, por la mañana, tomé en casa la dexametasona. A las cuatro recibí la ciclofosfamida. Eso duró una hora y diez minutos. Recibí una inyección de Velcade en el abdomen, encima del ombligo.
Me sentía bien. Cuando llegué a casa, la vejiga empezó a picarme y no pude orinar. Dado que he sufridode sensibilidad en la membrana mucosa de la vejiga durante varios años y sé bastante sobre dolores y medicamentos, enseguida tomé un vaso de agua con bicarbonato de sodio disuelto. Seguí tomando mucha agua y calenté la vejiga con una botella de plástico con agua tibia. Tenía miedo de que se me rompiera un capilar y empezara a sangrar y eso,junto con los dolores, me puso muy nerviosa. Sin embargo, no pasó nada. Los dolores duraron cinco o seis horas y luego intenté dormir porque ya eran las cuatro de la mañana. Al día siguiente estaba bastante agotada y  además tenía un poco de náuseas. No tenía apetito y no sentía el sabor de la comida. Durante dos o tres días después de la quimioterapia, evito comer alimentos frescos y ácidos porque me provocan náuseas. En Belgrado comía un par de bocados de pan ácimo y tocino casero y aquí he encontrado una especie de bollo de leche que como con mantequilla. El pan es ácido y es muy difícil para mí encontrar uno que me guste. El pan tiene un lugar especial en la dieta de los que venimos de Bosnia y Serbia. Durante un trabajo voluntario en Montenegro, cerca de Kolašin, en verano de 1967, mi brigada perdía su turno de comida si el pan no había llegado a tiempo. Los brigadistas de Eslovenia tomaban esos turnos porque el pan no era tan importante para ellos.
El pelo se me había empezado a caer ya desde el principio de la quimioterapia. Cada vez que salgo del hospital, llamo a mi peluquera Ljubica para que venga a cortarme el pelo y así tener menos pelos desparramados. Ahora tengo el pelo bastante corto, solo unos dos o tres centímetros. Hay mucha humedad en el aire, sudo, mi pelo está pegajoso y es horrible. Llevo muchos años con el pelo corto y nunca me he obsesionado con mi peinado o con si me voy a peinar de una u otra forma. Pero mi pelo me deprime ahora aún más. Pienso en comprarme una peluca o un turbante. Recorro las tiendas pero no encuentro nada que me guste. Al final, renuncio a todo. Me parece que muchas mujeres en Barcelona tienen el pelo corto este verano, así que por qué no tenerlo yo también.
Empecé este ciclo el 23 de junio y lo terminé el 4 de julio. Ahora me tocan nueve días de descanso. Maja y yo habíamos planeado pasarlos en Belgrado para recoger algunas cosas más, porque ya tenemos claro que debía continuar el tratamiento en Barcelona. Avisamos a la doctora Ana y ella pidió revisar el hemograma para comprobar mi inmunidad antes de darme el consentimiento para viajar.
Por eso me fui a extraer sangre el 1 de julio, y ya sobre la una la doctora me dio el permiso para viajar. Ese día había una huelga de taxistas y me fui al hospital en metro, lo que me cansó bastante. Descanso y pienso sobre mi vida pasada.

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