31.5.17.

TERCERA VEZ EN EL HOSPITAL, MAYO DE 2014




Igual que otras veces, me voy al Centro Clínico a las siete de la mañana. Esta vez con Cica, porque Maja está en Banja Luka. Termino los procedimientos de admisión y me voy al Instituto de Hematología. Cica y yo nos sorprendimos cuando nos dijeron que podía ir enseguida a la habitación. Y en la habitación había solo un compañero en la cama al lado de la ventana. A mí me dan la cama al lado de la puerta. Otras habitaciones están vacías. Al verlo todo así de vacío, pregunto a las enfermeras si se habían quedado sin enfermedades o sin enfermos. Se ríen y me dicen que parece que la Seguridad Social se ha quedado sin dinero.
Ahora paso al tratamiento según el protocolo PAD. Eso significa que me quedaré en el hospital cuatro días para recibir cuatro dosis de adriblastina y dexametasona, y una de Velcade. Durante este tratamiento me doy cuenta de que el nuevo protocolo es muy difícil, tan difícil que a ratos pienso que no lo voy a soportar. La decisión de irme a Barcelona me ayudó a aguantar esos cuatro días en el hospital. No estaba segurade si tendría fuerza para viajar, pero ahora tenía claro que debía intentarlo.
La habitación 114 está (muy) tranquila y cómoda esta vez. Mi compañero se puede mover bien, así que todos los días nos compra agua y los periódicos. Paso el tiempo con mi ex compañera Mara, que vino a hacerse el reimplante de células madre pero todavía no ha empezado el tratamiento. Teníamos tiempo para conocernos mejor, así que seguimos intercambiando mensajes. Nada vino a visitarme. Cuando preguntó al doctor Voja en el pasillo dónde estaba el Instituto de Hematología, él sabía que iba a visitarme a mí porque nos parecemos mucho. Al día siguiente me visitaron Cica y Vladana, y gracias a esas visitas el tiempo pasó muy rápido y en seguida llegó la hora de regresar a casa. Hablamos sobre Maja y sobre cuánto me ayuda. Lo mejor sería que la gente más cercana no tuviera que cuidar de los enfermos; me gustaría que Maja no estuviera en esta situación. Aún así, evito elogiarla. Recordé que ella se quejaba y sentía vergüenza cuando Mile señalaba sus éxitos. Nos decía que teníamos que interrumpirlo, pero yo no podía hacer eso, porque entonces habría parecido que yo no compartía la misma opinión.
Cuando pregunté a los doctores jóvenes de guardia, de broma, cuándo iban a tener las vacaciones de verano para que me liberaran del tratamiento, se sorprendieron. Una doctora comentó que mi enfermedad era seria, que apenas había empezado con el tratamiento, y que los estudiantes no tenían vacaciones. La doctora Jelena programó el tratamiento para el 16 de junio, y no para el 8 como debería, porque estaba de viaje, así que dijo en broma que yo también podía irme de vacaciones. Mi decisión de ir a Barcelona se la dije a Maja indirectamente. Se sorprendió porque yo me negaba hasta entonces a pensar en esa posibilidad.
Salí del hospital el 12 de mayo. Este era el plan: si los resultados del análisis de sangre estaban bien, recibiría la cuarta dosis de Velcade en el hospital de día; y si después de eso me sentía bien, podría ir de viaje.
Por supuesto, Maja y yo hablamos detalladamente sobre el viaje y concluimos que lo mejor era que ella se fuera antes que yo, el 22 de mayo, para hacer todos los trámites para pedir cita en el hospital, que regresara el 3 de junio y que al día siguiente nos fuéramos a Barcelona.
A mí me quedaba solo terminar el tratamiento. Terminé el primer bloque de tratamiento a duras penas, pero el segundo, mientras Nada estaba conmigo, fue muy difícil. Las enfermeras del Centro de Salud tenían muchos problemas para encontrar la vena adecuada. Un sábado, la enfermera me pinchó por lo menos diez veces. Nada se fue a otra habitación porque no podía mirar. Soporté estoicamente todo. En el hospital, mirando a otros pacientes, aprendí que había que dejarse ir y relajarse. Era la única manera de lograrlo.
En general, todo va según el plan y yo me preparo para el viaje a Barcelona. Aproveché para arreglar los armarios y otras cosas para España mientras Nada estaba conmigo. Ella se llevó algunas cosas y otras las tiramos. Trabajamos cada día un poco porque no puedo estar de pie mucho tiempo, y ella tampoco porque le duele la espalda.
Maja me avisa de que la revisión está programada para el 13 de junio en el Hospital de Sant Pau. El paciente no puede elegir el hospital, sino que se determina según el lugar de residencia y la enfermedad.

 

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